Para la Red Nacional de Comunidades Seguras, la seguridad ciudadana se construye a través de la prevención, el diálogo y la reconciliación a través de la participación de grupos de vecinos en los barrios en una estrategia común de resolución de conflictos.
Arnaud Blin | Noviembre 2019
Creada en Nueva York hace una década por Jeremy Travis y David M. Kennedy, la Red Nacional para Comunidades Seguras (NNSC) está presente en muchos centros urbanos en los Estados Unidos, incluidos Nueva York, Chicago y Boston. Muy activo en el terreno, el NNSC extrae de su rica experiencia un conocimiento incomparable en el campo de la seguridad ciudadana. Desde 2017, ha estado trabajando fuera del país con actores locales en Suecia, Honduras, El Salvador y otros (NNSC International). El trabajo de NNSC gira en torno a técnicas de entrenamiento, facilitación y estrategias de educación e intervención. Estas técnicas y estrategias se definen a través del tipo de intervención requerida, por ejemplo, violencia grupal (el NNSC evita el término «pandillas»), mercados de drogas, violencia doméstica, violencia relacionada, armas de fuego. Si bien el enfoque general sigue siendo el mismo en estos diferentes contextos de violencia, cada tipo de violencia requiere respuestas específicas. Con los años, el NNSC ha refinado su conocimiento en cada una de estas áreas.
Construyendo seguridad a través del diálogo
Por lo general, el trabajo de NNSC es primero reunir a los socios que implementarán estas estrategias. Además de las partes interesadas del NNSC, generalmente habrá grupos comunitarios o vecindarios, autoridades locales, incluida la policía, servicios sociales y, cuando corresponda, grupos de defensa de víctimas. Posteriormente, se trata de identificar a las personas y los grupos en riesgo y de ir hacia ellos para intentar iniciar un diálogo. Aquí es donde entra en juego una dimensión importante del proceso: la legitimidad de los mediadores. Esto se debe al hecho de que los mediadores son figuras bien conocidas de los barrios o, a menudo, personas que han sido condenadas anteriormente pero que ahora están trabajando para cambiar las mentalidades. Finalmente, la presencia de servicios sociales hace posible educar a los jóvenes (a veces también los no tan jóvenes) sobre oportunidades de trabajo que les permiten adquirir habilidades profesionales, encontrar un trabajo, tener una existencia más estable. Como cada tema es diferente, el foco se pone en una dimensión determinada cada vez. Por ejemplo, las estrategias de violencia doméstica se centran en la disuasión y los actos de baja intensidad en un esfuerzo por detener la escalada; los de violencia armada en la educación y conocimiento de la ley. El trabajo de prevención se basa en análisis avanzados que utilizan modelos matemáticos sofisticados que nos permiten comprender mejor los mecanismos de las redes sociales e identificar a las personas en riesgo en un espacio determinado. Además de la prevención, NNSC está en el otro extremo del espectro con iniciativas de reconciliación, particularmente entre las fuerzas policiales y las comunidades locales.
En su función de facilitador, el NNSC plantea seis principios rectores:
- Como prioridad, no hacer daño: evitar usar métodos demasiado radicales y desproporcionados.
- Fortalecer la capacidad de las comunidades locales para prevenir la violencia.
- Fortalecer la legitimidad de la aplicación de la ley en las comunidades; a través de redes comunitarias.
- Ayudar a todos los que solicitan ayuda.
- Pensar bien la disuasión interviniendo río arriba, eso es antes de que se cometan los crímenes.
- Use la aplicación de la ley de manera estratégica, y especialmente evite detenerse y castigar antes de agotar otros medios.
En términos más generales, el enfoque es identificar a las personas y grupos en riesgo y luego avanzar hacia ellos proponiendo soluciones de salida, con el proceso teniendo cuidado de involucrar a todas las partes interesadas relevantes que trabajan juntas.
«La voz moral de la comunidad»: un factor de éxito más allá de la implicación de la policía
Con los años y la experiencia acumulada con unos sesenta socios locales en todo el país, está claro que la importancia y el poder de la «voz moral de la comunidad» es una parte esencial del proceso. En otras palabras, el peso (moral) de los actores locales es un factor considerable en la prevención y resolución de conflictos y su presencia en el terreno es un factor de éxito que las fuerzas policiales son muy a menudo incapaces de igualar. Pero también debemos saber que este enfoque es a largo plazo. A corto plazo puede parecer espactacular o con poco impacto mediatico, pero que a mediano y largo plazo los efectos no son solo sensibles pero duraderos.
En cualquier caso, las cifras presentadas por el NNSC muestran una caída dramática en la tasa de criminalidad y la incidencia de conflictos en ciudades o vecindarios que han adoptado métodos de Comunidades Seguras
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Arnaud Blin es un historiador y politólogo francoamericano especializado en la historia de los conflictos. Es autor de quince libros, traducidos a diez idiomas. Ex director del Centro de Investigación Internacional Beaumarchais (Washington) y coordinador durante una década del Foro para una Nueva Gobernanza Global (París), está interesado en temas relacionados con el buen gobierno y la seguridad. A través del Foro, ha liderado con Gustavo Marín unos cuarenta proyectos sobre gobernanza global. Último libro publicado: Guerra y religión. Europa y el Mediterráneo desde el primero hasta el siglo XXI (University of California Press, 2019).