Hablar sobre la seguridad en Colombia, es dialogar sobre las distintas formas y actitudes de concebirla. No solamente se trata de controlar los hechos delictivos, se debe entender que lo que para algunos es seguridad para otros es desequilibrio e injusticia.
Por Diego Escobar Díaz, sociólogo e historiador, activista por la paz en Colombia
Hablar sobre la seguridad en Colombia, es dialogar sobre las distintas formas y actitudes de concebirla. No solamente se trata de controlar los hechos delictivos, se debe entender que lo que para algunos es seguridad para otros es desequilibrio e injusticia.
Según la OIT y otras organizaciones “La seguridad social es la protección que una sociedad proporciona a los individuos y los hogares para asegurar el acceso a la asistencia médica y garantizar la seguridad del ingreso, en particular en caso de vejez, desempleo, enfermedad, invalidez, accidentes del trabajo, maternidad o pérdida del sostén de familia”.1La seguridad social – ILO. www.ilo.org documents › publication › wcms_067592
En el sur de Colombia, la seguridad se ha vuelto un imperativo social, especialmente entre la población indígena, que han venido impulsando la seguridad desde lo que estas comunidades han constituido como Guardia Indígena:
“La situación crítica que presenta el panorama de violación de los derechos humanos y las infracciones al derecho internacional humanitario en los grupos étnicos colombianos, en especial las comunidades indígenas, los somete a un estado de alta vulnerabilidad. Estas comunidades – en medio del fuego cruzado que vive el país- siguen afrontando situaciones difíciles en cuanto en ellas se combinan el desconocimiento reiterado de sus derechos étnicos, económicos, sociales, y culturales con múltiples agresiones a sus derechos civiles y políticos”.2https://www.cric-colombia.org/portal/proyecto-politico/defensa-vida-ddhh-cric/guardia-indigena/
La seguridad puede ser también entendida, según los grupos indígenas que habitan el departamento de Cauca al sur del país, como las múltiples maneras de “defender el Plan de Vida y continuar su avance como mecanismo de construcción de la convivencia y armónica en los territorios indígenas. Así como nuestros mayores y espíritus han defendido y cuidado el territorio como una tarea ancestral, la Guardia Indígena del Cauca, tiene como objetivo seguir el camino de vigilancia, control, alarma, protección y defensa de nuestra tierra en coordinación con las autoridades tradicionales y la comunidad, siendo así, guardianes de nuestra vida que promueven siempre la defensa de los derechos”.3https://www.cric-colombia.org/portal/proyecto-politico/defensa-vida-ddhh-cric/guardia-indigena/
Defender los territorios y los derechos son ejes fundamentales de esta seguridad, la Guardia Indígena “se concibe como organismo ancestral propio y como un instrumento de resistencia, unidad y autonomía en defensa del territorio y del plan de vida de las comunidades indígenas. No es una estructura policial, sino un mecanismo humanitario y de resistencia civil. Busca proteger y difundir su cultura ancestral y el ejercicio de derecho propio”.4https://www.cric-colombia.org/portal/proyecto-politico/defensa-vida-ddhh-cric/guardia-indigena/
Según lo reseñan los mismos grupos aborígenes, el contexto histórico en el que se conformó la Guardia Indígena se fragua desde los tiempos coloniales y hasta el día de hoy según diferentes etapas : “Desde la época de la colonización, cuando nos invadieron y tuvimos que defendernos del invasor; luego con la época de Juan Tama reconstruyendo los resguardos, donde se da la vigilancia y la resistencia5Dicha época estuvo signada por Juan Tamara de la Estrella, “un líder indígena del pueblo Nasa, que dirigió las luchas contra la invasión española, para el año de 1635 logró que la corona reconociera legalmente los territorios indígenas y con ello surgieran los cinco pueblos Nasa: Jambaló, Vitoncó, San Francisco de Caldono, Quichaya y Pitayó, todo esto, utilizando argumentos basados en la ley colonial y en documentos escritos. Su historia está tejida dentro de a la cosmovisión Nasa. Una de sus leyendas principales cuenta que la primera gran creciente que causó estragos en territorio ocurrió con la llegada de Juan Tama, el hijo de la estrella, quien apareció flotando en una balsa de bejucos que los médicos de la tribu rescataron de las desbordadas aguas de la quebrada El Lucero. En esa misma laguna, relatan los Nasa, se fue a dormir el cacique Juan Tama cuando se dio cuenta de que su pueblo podía defenderse por sí mismo, dejándoles como testamento político la defensa del territorio, la cultura, y todo un acervo de conocimientos médicos a los chamanes, junto con la promesa de su regreso cuando fuese menester.; la época del nacimiento del CRIC 6A propósito del CRIC, que significa Concejo Regional Indígena del Cauca, es decir del departamento al sur del país. En Septiembre de 1971 se realizó en el municipio de Tacueyó el Segundo Congreso del CRIC, en donde se definieron los puntos del programa político cuyas exigencias constituyeron el eje de nuestro movimiento, desde ahí se da la fecha de nacimiento de dicha organización y su historia repleta de luchas por la tierra, el territorio y la defensa de los derechos humanos y ambientales. https://bit.ly/37iloco; en 1971, con las recuperaciones de tierra donde la Guardia era la encargada de dar el grito de alarma frente al terrateniente; los congresos zonales y regionales que se han registrado en los territorios indígenas. Este camino nos permite analizar que nuestra labor tiene raíces fundamentales en el proceso de vida de las comunidades, por tal motivo, debemos valorarlo y defenderlo como lo han venido haciendo nuestros mayores.7https://www.cric-colombia.org/portal/proyecto-politico/defensa-vida-ddhh-cric/guardia-indigena/
Se puede afirmar que la Guardia Indígena se mueve entre lo real y los figurado, porque surgió “para defenderse de todos los actores que agreden sus pueblos, pero solamente se defienden con su “chonta” o bastón de mando, lo cual le imprime un valor simbólico a la guardia”8https://www.cric-colombia.org/portal/proyecto-politico/defensa-vida-ddhh-cric/guardia-indigena/. De ahí que entrar a conformar dicha estructura tenga que ver más con los valores éticos y morales de quienes quieren hacer parte de la misma, más que una actitud de fuerza es la de una acción de respeto y persuasión de los otros actores sociales de la comunidad y fuera de ella.
Lo cierto es que, la Guardia Indígena se consolidó como una red de protección comunitaria de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Acin), filial del Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric). La integran mujeres, hombres, niños y niñas9http://hacemosmemoria.org/2020/10/09/la-guardia-indigena-del-cauca-recibe-premio-internacional-de-derechos-humanos/, que retoman la idea y el objetivo de ver a los territorios como otro sujeto de defensa y protección. Apoyados en la constitución nacional de Constitución Nacional Art. 7, 330 y 246.
En dichos artículos de la Constitución Nacional se plantea básicamente: el reconocimiento y protección de la diversidad étnica y cultural de la Nación colombiana (artículo 7); o como dice en al artículo 246 “Las autoridades de los pueblos indígenas podrán ejercer funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial, de conformidad con sus propias normas y procedimientos, siempre que no sean contrarios a la Constitución y leyes de la República. La ley establecerá las formas de coordinación de esta jurisdicción especial con el sistema judicial nacional”; como se plantea en el artículo 330 “De conformidad con la Constitución y las leyes, los territorios indígenas estarán gobernados por consejos conformados y reglamentados según los usos y costumbres de sus comunidades”.
A pesar de que constitucionalmente las tradiciones y las decisiones de las comunidades indígenas están protegidas, gran parte de la estructura gubernamental desconoce la importancia de respetar estas autonomías y lo que conllevan consigo. Como se plantea desde algunos proyectos de intervención social en el área andina que caracteriza la resistencia de las comunidades frente a la violación de los derechos humanos y ambientales, especialmente de lo que ellos mismos han denominado los Defensores y Defensoras de Derechos Humanos, Territoriales y Ambientales (DDHTA), frente a los cuales se han infringido serias degradaciones humanas frente a su actuar, tales como asesinatos, torturas, desplazamiento, etc. es decir, abusos de poder entendidos “como las acciones y/u omisiones, a menudo violentas, que desencadenan vulneración de derechos de las y los DDHTA y que ocurren normalmente en contextos de enormes asimetrías de poder y recursos entre empresas extractivas, las comunidades y los DDHTA10Como se recoge en: ABUSOS DE PODER CONTRA DEFENSORES Y DEFENSORAS DE LOS DERECHOS HUMANOS, DEL TERRITORIO Y DEL AMBIENTE. Informe sobre Extractivismo y Derechos en la Región Andina. Bogotá, La Paz, Lima, Quito y Bruselas, junio de 2018.”.
En la construcción de la seguridad territorial e individual, la Guardia Indígena del Cauca ha venido compartiendo su experiencia y su visión de seguridad con otros grupos indígenas y campesinos, cada vez son más las comunidades que asumen esta estrategia de acción en protección y defensa de sus territorios, aumentando con ello otras opciones de protección y de concepción territorial.
Para confrontar estos abusos de poder e inseguridad por parte de los estados y las empresas privadas, las comunidades se han tenido que enfrentar a tres componentes: 1) el abuso del poder a través de normas legales, y las acciones acción y/u omisión institucional; 2) el abuso del poder a través de los discursos y 3) el abuso de poder a través de la fuerza física. En el marco de estas tres categorías se pudieron clasificar todos los tipos de conductas, acciones y omisiones dirigidos a promover políticas y proyectos extractivos, en desmedro de los Derechos Humanos de las comunidades afectadas y de la población en general.
Como se dijo anteriormente, esta experiencia se viene replicando en otras comunidades, principalmente indígenas, pero cada vez toma más fuerza la idea de sean este tipo de organizaciones las que reemplacen a las autoridades oficiales de policía y del ejército, porque construyen equilibrio en los territorios y sin violencia logran la paz que tanto se anhela.
Este artículo forma parte del #REC – Relatos en común “Seguridad, covid y Municipalismo”.
Fue escrito por Diego Escobar, sociólogo e historiador, activista por la paz en Colombia.