Alima el Bajnouni es vicepresidenta de Commonspolis y miembra activa de varias asociaciones marsellesas que defienden el derecho a la ciudad, entre ellas «Un Centre Ville pour tous» (Un casco para todos) y Babalex, que promueve la ciudadanía mediante la apropiación jurídica.
En esta entrevista, Alima comparte con nosotras sus esperanzas y temores, y los retos que debe afrontar el Printemps Marseillais (Primavera Marsellesa), una confluencia entre partidos de izquierda y movimientos ciudadanos elegidos en Marsella durante las elecciones municipales de junio en Francia.
¿Cuáles son tus impresiones tras la victoria de la lista plural del Printemps Marseillais en las elecciones municipales de Marsella?
Para mí, es un momento histórico. Todo lo que he conocido es la derecha en el poder y una política municipal clientelista que representa el modelo establecido en Marsella desde hace 40 años. La esperanza que teníamos de ver ganar al Printemps Marseillais se basaba precisamente en la necesidad de cambiar el sistema político. No se trataba sólo de ver a la izquierda en el poder, porque por desgracia eso en sí mismo no es una garantía suficiente de integridad, ya que sólo la forma de gobernar es lo que cuenta. Pero detrás del Printemps Marseillais existe la esperanza de que la confluencia de los movimientos sociales surgidos hace dos años se perpetúe y se refuerce, y que la vitalidad ciudadana encuentre por fin un verdadero terreno para el diálogo. La esperanza está ahí para nosotros: salir de una postura política burguesa y conservadora que se ha convertido en la élite gobernante.
Pero no era un final previsible, viví las tres rondas con ansiedad porque había mucho regateo, negociaciones, resistencia… un verdadero thriller. Al final fue una victoria inesperada.
Para nosotros, el hecho de que haya sido una izquierda de alianzas la que ha ganado, encabezada por una mujer, es histórico, ¡es un gran primer paso!
En tu opinión, ¿cuáles son los factores que le permitieron ganar la alcaldía en una situación terriblemente adversa (covid-19, desmovilización de votantes, ciertos medios de comunicación complices con el gobierno …)?
En primer lugar, hay que decir que si la izquierda no se hubiera unido no habría habido posibilidad de ganar. A saber, EELV (el partido de los verdes) prefirió ir por su lado en la primera ronda de las elecciones creando una gran decepción. ¡No entendimos porqué…! En la segunda ronda Samia Ghali (ex-PS) también se fue por su lado porque no había acuerdo con el Printemps Marseillais. La ventaja de Michelle Rubirola (Alcadessa de Marseille) en la primera ronda fue menor. Mucha gente no fue a votar por el miedo al coronavirus y se pensó que muchos votantes de derecha se movilizarían en la segunda vuelta… La situación era difícil e impredecible.
Por ejemplo, justo después del desconfinamiento, se produjo el escándalo de los falsos poderes, que reveló que el equipo de la candidata Les Républicains (principal partido de derecha), Martine Vassal, estaba haciendo que la gente rellenara los poderes de forma totalmente ilegal, enviando mensajes de texto a la gente y ofreciéndoles votar en su lugar para que no tuvieran que desplazarce.
Un reportaje de la cadena de televisión francesa denunció esta práctica, tan a menudo enraizada en la política clientelista de la ciudad de Marsella y que se perpetúa de década en década. El escándalo enfrió a muchos votantes. También hubo artículos en la prensa sobre la incapacidad del ayuntamiento para resolver el drama de la vivienda indigna, las personas que trabajan en el ayuntamiento denunciaron el tratamiento de la vivienda insalubre por parte del ayuntamiento, esto permitió alertar aún más a la opinión pública… Al final, hubo sólo 35% de votantes.
Un enorme número de residentes de Marsella están simplemente disgustados con la política tal y como se ha llevado a cabo hasta ahora. Así que tendremos que prestar atención a este problema real porque la situación es compleja. No debemos olvidar que en esta nueva confluencia política también hay electos que están entrenados en el sistema que estamos denunciando.
«Y no olvidemos que la convergencia se ha producido porque esta nueva generación impulsada por los movimientos ciudadanos movilizados tras los colapsos del 5 de noviembre del 20181El 5 de noviembre de 2018, a las 9 de la mañana, dos edificios deteriorados se derrumbaron en uno de los barrios populares de Marsella, matando a ocho personas. El municipio se hundió en una gestión de crisis interminable, evacuando a casi 3.700 residentes de Marsella que vivían en viviendas precarias y reubicando a cientos de familias en hoteles, que un año después todavía no habían sido realojados. El Alto Comité de la Vivienda denunció la crisis humanitaria, mientras que la tragedia reveló la disfunción de los servicios de la ciudad y de la metrópolis, que habian sido alertados en numerosas ocasiones. El drama saca a la luz la fallida política de planificación urbana del municipio de Jean-Claude Gaudin, alcalde de Marsella de 1995 a 2020. . simplemente ha empujado y exige que se produzca un cambio.»
El último golpe de gracia fue convencer antes de la tercera ronda de las elecciones a Samia Ghali para que se uniera al Printemps marseillais. Esto fue finalmente posible en parte gracias a la presión de los militantes mas anclados a la izquierda de su propio movimiento. También hubo una gran concentración de ciudadanos frente al ayuntamiento, se dijo que se podían oír los clamores de la gente desde el hemiciclo. Cuando ella salió dijo: «Estoy feliz de no haber entristecido a la gente de Marsella».
Ahora, la victoria es relativa: sólo hubo 35% de votantes (!) y en algunos distritos del norte de la ciudad, en su mayoría pobres, hubo hasta un 90% de abstención (!). Esto prueba que los habitantes de los barrios pobres no se sienten en absoluto representados hoy en día.
Entre los electos, también hay una falta de representación de los barrios del norte y de los sectores más discriminados. En cuanto a las minorías, sí, hay electos que les representan, pero en general, no provienen de los barrios pobres. Y eso plantea un verdadero problema. Tenemos que encontrar el tiempo y las maneras para vincularnos, para hacer un trabajo de terreno importante y conectarse con estos barrios y sectores, para reconstruir la confianza, porque a dia de hoy no sabemos hacerlo.
El tema de la representación es complicado… Y en el Printemps Marseillais el problema no está resuelto. Este desafió era fuerte cuando había que elegir el candidato para la 1ª vuelta en los distritos del 13-14 distritos y que Mohamed Bensaada, reconocido como una persona muy comprometida en Marsella en general y en esta zona en particular, fue descartado en favor de Jérémy Bacchi, que por cierto ha crecido en este distrito, pero a través por quién los habitantes se sentían menos representados. Me pregunto : ¿Por qué no forzar la apertura? Los próximos seis años serán un verdadero desafío para cambiar estas prácticas.
¿Cuáles son los desafíos para el nuevo equipo municipal?
Hay muchos retos : educación primaria, viviendas… pero también poner en marcha los mecanismos y procesos para instalar una democracia permanente: un cuerpo de ciudadanos capaces de alimentar, vigilar, criticar y reajustar (tal como un cursor) las políticas municipales.
¿Cómo se traducirá en acción el programa presentado durante la campaña?
Nos mantenemos vigilantes. Yo mismo no me involucré en el Printemps Marseillais, pero puedo decir que muchos miembros de la lista vienen del mundo de la politiqueria tradicional – pero no todos, afortunadamente. Llevará tiempo y mucha voluntad desconstruir el formato tradicional. Por cierto hay excepciones: Marie Batoux, que, aunque era militante de France Insoumise, sin embargo se involucró en la sociedad civil y se implicó mucho en los Estados Generales y en el Colectivo 5 de noviembre, habiendo sido ella misma desahuciada. Olivia Fortin, candidata en los distritos 6º y 8º, viene de la sociedad civil, derrotó a la candidata Vassal en el tradicional bastión de la derecha, y también Emilia Sinsoilliez muy involucrada y electa en el 3º distrito… Sería necesario que la personas electas, que también están comprometidos con los ciudadanos, impregnen las prácticas políticas tradicionales, y no al revés… ¡que no pierdan su alma!
«Pero hay que decir y repetir que el lugar y la representación de la sociedad civil en el Printemps Marseillais es muy insuficiente»
Otro desafío, y no es poco, es al nivel de la Metrópolis, porque ha sido retenida por la derecha conservadora y clientelista que hemos conocido hasta ahora. ¡Cuando conoces los poderes y competencias de la Metrópolis no es tranquilizador! El Ayuntamiento es una isla en medio de un océano bastante hostil.
Un elemento prometedor: los Estados Generales de Marsella están de nuevo en marcha, y los activistas están realmente motivados y vigilantes. Nos decimos a nosotros mismos que ahora que hay aliados potenciales en el ayuntamiento, debemos redoblar nuestra vigilancia y presión. ¡Y sobre todo no dejar que las cosas se salgan de control!
¿Qué puentes deben construirse entre el ayuntamiento y los movimientos ciudadanos?
Nos gustaría organizar asambleas populares. Como las que se hacen en Grenoble, asambleas populares de barrio (Ateliers Populaires d’Urbanisme), a veces acopladas a Talleres Populares de Urbanismo. Asambleas locales que llevan las necesidades de terreno al ayuntamiento y hacen propuestas para su vecindario. Todas las asambleas podrían reunirse dentro de una asamblea mayor a escala de la ciudad (una asamblea de asambleas). Tal vez cada asamblea de barrio podría atraer a mucha gente para hacer el vínculo con la asamblea de la ciudad. Y eso sería un punto de inflexión.
Y como el nuevo ayuntamiento anuncia la introducción de presupuestos participativos, cada asamblea de barrio tendría un presupuesto participativo para iniciar proyectos a su nivel. Una asamblea por lo tanto que no estaría sujeta a las limitaciones institucionales y rígidas de los consejos de ciudadanos ya existentes, por ejemplo (o de los Comités d’Intérêts de Quartiers, comités de interés barrial2En Marsella, los C.I.Q. son asociaciones que juegan el papel de generar enlaces entre todos las/os ciudadanas/os, el municipio y los servicios públicos.)
¿Y qué hay de las mujeres en todo esto?
Michelle Rubirola, la nueva alcaldesa, tiene un estilo de escuchar y trabajar en red. Es una mujer a la que respeto porque es sincera en sus acciones y palabras. Le deseo coraje y tenacidad, porque no va a ser fácil en este contexto !
Otra mujer, Olivia Fortin, que creó Mad Mars, desempeñó un papel importante en la dinámica de convergencia y en la victoria del Printemps Marseillais al ganar un sector clave. Pero no la conozco.
Por último, es agradable ver a todas estas mujeres surgiendo en varias ciudades de Francia. ¡Esperemos que no caigan en el lado masculino de la fuerza!
¿De qué manera esta victoria es un impulso para el movimiento municipalista?
Es el hecho de haber abierto el campo de lo posible: una victoria que habla del bien común y del diálogo con la sociedad civil. ¡Los cerrojos saltaron!
Empezar con una auditoría financiera y las recomendaciones del Tribunal de Cuentas me parece bueno para saber de dónde partimos, conocer el margen de maniobra, ser conscientes de los obstáculos y finalmente apoyar esta emergencia ciudadana. Ha habido un gran trabajo de los ciudadanos (especialmente de los Estados Generales) para diseccionar el presupuesto municipal (de la misma manera que ha habido un gran trabajo ciudadano sobre las escuelas primarias). Este trabajo ha alimentado al nuevo equipo municipal. Creo que el terreno es favorable hoy en día para que el municipalismo tome cuerpo en Francia y especialmente en Marsella.
English version will be available soon in http://minim-municipalism.org/