Didier Fradin es colaborador de varios experimentos ciudadanos y participativos en #MAVOIX (mi voz) y la Belle Démocratie. Estaba presente en el encuentro “la Comuna de comunas”, el primer encuentro de los municipios libres y de iniciativas municipalistas organizado por la Asamblea Ciudadana de Commercy, tierras de las famosas magdalenas, ubicada al este de Francia, los 18 y 19 de enero del 2020. Nos comparte desde dentro su mirada sobre los retos que surgen tras esos movimientos ciudadanos democráticos franceses en la encrucijada entre Chalecos Amarillos, municipalismos y comunalismo.
por Didier Fradin | Febrero 2020
Era la cita que uno no tenía que perder, conocer de cerca a los héroes del “llamado de Commercy”, cuyos rostros yo conocía, visionados una y otra vez durante una edición que realicé sobre la democracia, justo después de otro grupo de chalecos amarillos de tipo diferente eso sí, etiquetados #MAVOIX. En este grupo de Chalecos Amarillos1Del nombre de los chalecos de color amarillo llevados por los manifestantes. Es un movimiento de protesta no estructurado y esporádico nacido en Francia, en octubre del 2018, para protestar en contra del aumento del precio de los combustibles automóviles resultante de la alza de la tasa interior del consumo sobre productos energéticos (TICPE) se asumió la expresión “Comunalismo libertario” aparecida en el marco de la Asamblea de las asambleas de los Chalecos Amarillos de Commercy y que proviene de Murray Bookchin, quien teorizó la ecología social y el municipalismo o el comunalismo libertario (ver al respecto el excelente articulo de la revista Ballast).
Lo que llama la atención, a primera vista, es la amabilidad de la acogida y la humildad de los “terribles” Chalecos Amarillos de aquí, muy lejos de la reputación repetida por los medios de comunicación, lejos de la imagen de gritones inconsecuentes, de destructores y anti ecologistas que les atribuyen diariamente las cadenas de noticias. Eso, por este lado…
Llego al crepúsculo a casa de Lucas, mi huésped para el fin de semana, una casa grande en el centro de un pueblito, a 20 km del lugar del encuentro, un fuego ya crepita en la estufa: “Seremos unos 15 o 20, me dice, pero fuimos hasta 30 en los encuentros anti-nucleares de Bure.”2 La red “salir del nuclear” presente en Commercy, se moviliza desde los años 90 en contra del almacenamiento de residuos radioactivos en el “laboratorio de Bure”, a unos cuarenta km de Commercy. En el grupo de opositores al proyecto de Bure, ya se hablaba de municipalismo. Cuando unas 50 personas, que no estaban particularmente implicadas en la lucha antinuclear, se encuentran con la idea de formar un grupo de Chalecos Amarillos, los militantes anti-Bure prestaron su apoyo, y la idea de sus cabañas de resistencia inspiró al grupo de Commercy para su propia “cabaña3En el llamado de Commercy, la incitación a crear “cabañas” o “casas del pueblo”, tiene como objetivo autonomizar los movimientos sociales frente al poder local.”, “símbolo de la lucha popular y de la solidaridad” destruida en marzo del 2019 a petición del alcalde.
Lucas es de origen polaca, maneja una empresa que recicla ambulancias destinadas a África, Asia u otras regiones en precariedad sanitaria. Se asegura de que “por lo menos los heridos, los enfermos puedan beneficiarse ahí de un momento de comodidad relativa”. Son sus palabras, como un enigma, pero le creo enseguida, el hombre es sano. Luego, fueron llegando Parisinos, los de Montreuil, de Pantin, de Paris centro, y para todos, creo, a parte claro, los verdaderos vegetarianos, el gusto de los patés de la región para el desayuno se nos quedó en la boca. En serio, nos acostumbramos desde la primera bocanada, luego, es como una droga. ¡Gracias amigo!
Lo que me sorprende, desde la mañana siguiente, es observar una vez más la diferencia entre federación y confluencia. Como lo subraya a menudo el filósofo Edgar Morin4Edgar Morin es filosofo y sociólogo, pensador de la complejidad (en oposición al pensamiento único, que tiende a reducir lo real), participa en el archipiélago “osons les jours heureux” (atrevámonos a los días felices), como Patrick Viveret y yo, un conjunto de organizaciones que quieren instaurar un mundo alternativo basado en la posibilidad del Buen Vivir. Es el autor del llamado “Changeons de voie changeons de vie” (Cambiemos de vía cambiemos de vida)”., “somos muchos, pero dispersos…”. La primera necesidad que se nos viene, pues es federar, unir bajo una misma bandera todo lo que nace, para pasar a la escala superior, para ser más.
El tema del encuentro me parecía claro, como me lo confirmará luego Steven Mathieu, quien asume el papel de portavoz de la Asamblea de Commercy: “la Comuna de comunas”, es como una pregunta planteada a todas los municipios que se definen como “libres”, en la forma de hacer red, de hacer común/comuna. Sin embargo, no hay presión para uniformizar un movimiento, aunque parezca más práctico, el tiempo necesario para que levante la masa es irreducible, so pena de dejar pasar al objetivo. Es lo que los españoles llamaron “confluencia”.
Se encontraron en Commercy listas participativas o de democracia directa, que venían a informarse de las nuevas buenas prácticas, muchos grupos activistas y pensadores ideólogos llamando a la movilización. Esta diversidad debe ser considerada como una riqueza: formulada, aceptada, reconectada, es el compost que va a favorecer la emergencia de una sociedad civil compleja, su constitución, que deberá aprender a deliberar y es exactamente el reflejo de lo que impulsó las movilizaciones de los Chalecos Amarillos: “¡Algo anda mal en lo que se nos impone como evidencias! Debemos actuar”
Tras este hecho formulado, falta encontrar como hacer red, como crear el ligante físico y virtual, y particularmente, dentro de los grupos, como volver a dar el gustito de la palabra a todas aquellas y aquellos que ya no están acostumbrados, y menos aun tienen la osadía de hacerlo.
Comunalismo o Municipalismo
No me había dado tanto cuenta de la brecha entre Municipalismo o Comunalismo, seguramente porque las palabras en “ismo” sugieren un matiz demasiado ideológico para un movimiento que quisiéramos global y inclusivo, un determinismo demasiado preciso. Pero ahí, en plenaria, marcamos la diferencia, los comunalistas atribuyen a los municipalistas el deseo particular de la conquista electoral, reservando el comunalismo a una acción limitada a la escala de la cuenca de la vida, donde cada uno puede realmente cambiar las cosas.
Para mi, aquellas dos experiencias están vinculadas, y las experiencias españolas, y aún más italianas, demuestran que ambas son movimientos de luchas locales, constituyendo plataformas municipalistas a partir de colectivos de habitantes. ¡A indagar!
Y en el bullicio de la tradicional ronda de presentación, distinguimos las constataciones y las esperanzas de los grupos locales presentes :
- Muchos están elaborando un código, como la Asamblea popular de Ugines
- En el Gard, los Chalecos Amarillos de Sommières quieren “hacer bulla”. Proponen inventar un Común de comunicación. ¡Esto si me suena!
- Algunos se dicen conscientes de reinventar viejas recetas, pero por lo menos “se reflexiona”.
- Para algunos grupos locales, hay una duda de legitimidad: “No somos lo suficientemente inteligentes, no sabemos realmente a quien representamos”
- Los “Bragards” de Saint Dizier hablan de “ciudad de desempleados, de habitantes resignados”.
- En Langres, la lista ciudadana “Maintenant j’agis” (ahora actúo) quiere alquilar un local para ser visible, “¿qué vibra en nosotros?”
- En los Chalecos Amarillos de Montreuil, se trata de comunalismo, se preconiza la ecología social, como en Nous-sommes Pantin, que se sienten, ellos, más bien municipalistas, quieren el control de los alquileres, hacer frente a la gentrificación, hay que cartografiar iniciativas, identificar tendencias…
- Una pregunta recurrente: ¿se debe oponer simples ciudadanos y partidos?
En Paris (Décidons Paris, Decidimos Paris), se quiere tomar municipalidades para crear “lugares comunes”. La iniciativa “Faire Commune” (Hacer Comuna), en contra de toda lógica de conquista, quiere “afirmar el derecho a la ciudad. En este derecho, hay la idea de una vida buena, de una vida justa y digna donde la ayuda es una clave.” Preconiza una “organización no capitalista de la vida”, se declara abiertamente del comunalismo y se remite a Murray Bookchin, quien teorizó al municipalismo libertario y la ecología social, al Rojava sirio y al Chiapas zapatista. El ex futbolero Vikash Dhorasoo, candidato a las elecciones municipales de 2020, se reclama del comunalismo y, se declara, en nombre de “Décidons Paris”, en la “línea” del Rojava.
“Amigos, el Mundo necesita de su “Comuna de comunas”
….se exclama Janet Biehl, mas cercana colaboradora de Murray Bookchin. Siguiendo con el proyecto municipalista, busca sus encarnaciones posibles en lo real. Se excusa de no haber podido venir pero expresa en un mensaje video su alegría de ver retomada la expresión de su colaborador, “la Comuna de comunas”.
Contrariamente a otros enfoques libertarios, Bookchin no rechaza las instituciones políticas, si es que favorecen la libertad, lo que es lejos de ser el caso aquí. Si lo local resulta ser el mejor nivel para aceptar el desafío de la autogestión ciudadana, carece de un marco legislativo. Según él, sólo una confederación de municipalidades podrá enfrentar a los desafíos grandes que conllevaran la oposición ineluctable del sistema capitalista y del Estado Nación, y presionar lo suficiente para permitir la creación de este marco.
La filosofa Annick Stevens, filosofa en la Universidad popular de Marsella, especialista de Aristóteles, quien ha animado la primera asamblea ciudadana de Commercy explica: “Janet Biehl nos ayuda a enraizar la búsqueda de autonomía política en la mejor parte de nuestra herencia histórica, a anticipar todas las dificultades que no faltaran en este largo proceso, y sobre todo a volver a encontrar la energía y el entusiasmo sin los cuales no hay cambio radical posible.”
Un entusiasmo nacido de la ira
Frente a las barreras del Estado a las movilizaciones populares se distingue claramente una ira común, sin embargo varios grupos declaran que queda una contradicción no resuelta entre los deseos expresados por varios habitantes de más playas de estacionamiento en los cascos urbanos, y los imperativos de la sobriedad ecologista. Es seguramente uno de los frenos principales a la movilización al nivel local. Parece que tenemos, a corto plazo, más necesidad de deliberación junto a los habitantes que de estrategia de conquista del ejecutivo local. Para algunos Chalecos Amarillos de Commercy; hay una necesidad de equilibrar la vida en colectivo, la acción y la deliberación para satisfacer las aspiraciones de la mayoría y avanzar de forma duradera. Para ellos, este modelo es el que deberíamos esforzarnos de retranscribir en la municipalidad y la sociedad en general.
La costumbre consumista está aun demasiado grabada en nuestro ADN para que logremos no distraernos de los objetivos de la transición mediante cualquier ataque de nuestro sacrosanto “poder adquisitivo”. Tenemos actualmente un buen ejemplo con la reforma de las jubilaciones que relegó a un segundo plano las causas climáticas y sociales, el “ataque a la billetera”, incluso a largo plazo, resulta ser mas movilizador que los peligros de fondo.
Necesitamos entonces de una educación popular, de una incubadora de ideas esforzándose por integrar el punto de vista femenino, claro, pero también la juventud, como nueva generación afectada, para poder determinar lo que es necesario para crear las condiciones de una emancipación colectiva lograda.
Y ahí es donde Mouts, de “Nus et Culottés”5Nus et culottés es un programa de la TV francesa difundido desde el 26 de julio del 2012 en France 5. Nans (Nans Thomassey) y Mouts (Guillaume Mouton en los créditos desde 2018) prueban experiencias itinerantes “atrevidas” y saliendo “desnudos”, luego de haberse fijado un objetivo a fin de concretar uno de sus sueños. (desnudos y atrevidos), el programa un poco loco de France 5, que participa en la lista ciudadana de Langres, “Maintenant j’agis”, propone un taller complementario a los de la mañana, que considera como demasiado serios, llamado “la Alegria”. Aquí tenemos el punto crucial del asunto : “la alegría, opuesta a la razón: el militantismo, por lo general sacrificial, no sería acaso mortífero?” El taller resulta ser un verdadero éxito, particularmente con las mujeres, es buena señal…
Doy una vuelta por otros talleres, mucho mas serios, donde se propone volver a nombrar al Consejo Municipal como “Cámara de grabación de las decisiones adoptadas por las asambleas ciudadanas.” Con razón, claro. Pero, en este momento, no puedo evitar de plantear la intención del encuentro “la comuna de comunas”, que hace resonar la idea de confederación, de red, de ampliación gradual y finalmente, de grupos militantes volviendo a hacer permanentemente los mismos debates sobre la organización y la ideología de un movimiento, cuyo principal interesado, el pueblo, está ausente otra vez. Este, de hecho, sabe expresar su ira bajando en las calles, pero todavía está poco propenso a pasar noches a rehacer su mundo e incluso su barrio.
¿Cómo juntar la gente de todos los días a nuestra reflexión, cómo llevarles en los caminos de la conquista, cuando parecen no necesitarlo?
“Demasiada cabeza, insuficiente corazón”. De regreso en el círculo “alegría”, lanzo al vuelo la frase favorita del amigo Patrick Viveret, filosofo, economista y defensor del “Buen Vivir”. “Es hora de empezar una estrategia erótica mundial!” Éxito asegurado, el grupo decide que se necesita más acciones creativas, que es necesario transformar la acción en un campo de juego.
Las lenguas se liberan: “Se necesita contagiar con emoción, pero no con esta alegría falsa que nos sirve de publicidad” “Somos cuerpos, en primer lugar, somos deseo”. Algunas lo vinculan directamente con el ecofeminismo, los especialistas lo decidirán.
Una conclusión como punto de partida
Al finalizar el fin de semana, luego de un largo intercambio con Steven Mathieu, uno de los iniciadores de la lista ciudadana quien tiene algo de audiencia en los medios, y poco antes de una protesta con John, otro miembro del equipo, la idea, que comparto, es que una etapa simbólica fuerte se inscribió en la agenda municipalista francesa, llevando una invitación clara de apertura a todos los movimientos, listas y asambleas locales que se inscriben en la recuperación del control del poder actuar de los habitantes, en toda la diversidad que este movimiento representa.
Había realmente muchas personas en esta cita, lo que nos permite ser optimista en cuanto al porvenir de la confederación de comunas libres. Una casa del pueblo se abrió en Nancy casi durante el encuentro, es una señal. Falta crear lo que los españoles llamaron las “Mareas”, la impresión de marea desbordante relatando todas las experiencias municipales nacientes, que ganen electoralmente o no.
Lo que queda importante para los Chalecos Amarillos de Commercy, y que me alegra en lo personal, es que mas allá de los nombres que damos a las cosas, asambleas locales o listas municipales, hayan militantes para comprometerse en la creación de una red de comunes que sobrepasa las fronteras de las instituciones, con el objetivo afirmado de cambiar la relación de dominación actual y de crear este contra poder que está al centro del municipalismo libertario.
Claro, en el movimiento polimorfo de los Chalecos Amarillos, la corriente municipalista no es mayoritaria, pero la experiencia de Commercy, a la cual se agrega la de St Nazaire6La Asamblea de asambleas de Saint Nazaire, luego de Commercy, ha creado un evento increíble los 5 y 7 de abril 2019, declarando claramente la voluntad de salir del capitalismo. y de Montpellier7En noviembre 2019, 500 Chalecos Amarillos se juntaron en Asamblea de asambleas en Montpellier, para el aniversario del Acto 1 del movimiento, preconizan la unión de “todos los pueblos que luchan por causas similares a las nuestras” y que buscan “convertirse en maestro de sus destinos” y desean “la caída del sistema”. es una apertura notoria hacia un archipiélago del cambio, que podría reunir, a más o menos largo plazo, otras corrientes de luchas hacia plataformas políticas llevando la visión del Común.