El fin de semana pasado, se dio la segunda vuelta de las elecciones municipales en Francia. Las compañeras y compañeros de la asociación Action Commune compartieron, mediante un comunicado de prensa, su análisis del surgimiento del municipalismo en Francia y los resultados de las elecciones municipales.
El domingo 28 de junio de 2020, se celebró finalmente la segunda ronda de elecciones municipales. Llamadas a hacer campaña en condiciones inusuales y extremadamente difíciles relacionadas con la crisis sanitaria y el aplazamiento de la votación, las listas calificadas siguieron jugando el juego en un clima plagado de incertidumbre.
Teniendo en cuenta el impacto de este contexto tan particular en el desarrollo de la elección, y el bienvenido retiro de la extrema derecha, sacamos cuatro lecciones de estos resultados:
1. Una clara desconfianza en nuestro sistema representativo, ilustrada por una tasa de abstención récord que alcanza un 60%.
2. Un apoyo creciente a la transición ecológica y social, encarnada por la ola verde en las grandes ciudades francesas (Burdeos, Estrasburgo, Tours, Lyon, etc.).
3. Una feminización de la política: el 23,1% de las candidaturas fue encabezada por mujeres en la primera vuelta (¡40,7% a la cabeza de las listas participativas!), y las grandes ciudades francesas fueron ganadas por mujeres (París, Lille, Nantes, Estrasburgo, Marsella).
4. Igualmente, un fuerte avance de los movimientos ciudadanos con las listas participativas1ver el cuadro de abajo para entender que es una lista participativa, que han contribuido en gran medida a invertir el juego electoral en ciudades grandes y medianas, como Poitiers, Annecy, Chambéry, Rezé, y en pequeñas ciudades, como St Médard-en-Jalles, La Montagne, Nogent-le-Rotrou, Bourg-Saint-Maurice…
Sin embargo, sería muy simplista comentar los resultados mediante las categorías habituales de análisis que se limitan a los partidos políticos. En efecto, el etiquetado político (como por ejemplo «DVG» que define a las listas afiliadas a la izquierda, «DVD» las que son afiliadas a la derecha o las de los partidos teniendo reconocimiento como el partido socialista «PS», o los ecologistas «EELV»…) no reconoce la existencia de listas ciudadanas y participativas. Además, este mismo sistema no pone de relieve el peso de los movimientos ciudadanos en las alianzas. Y finalmente, muchas «listas de ciudadanos» sólo tienen el nombre, no las prácticas o valores.
Al final de estas elecciones, son..:
– 66 listas participativas fueron elegidas2En las elecciones municipales de 2014, sólo una lista participativa ganó las elecciones, la de Saillans en la Drôme, además de algunas docenas de otras listas con ambiciones democráticas
– 1324 concejales municipales de mayoría;
– 638 concejales de oposición;
– 408 colectivos locales que surgieron en toda Francia durante estas elecciones;
– 279.016 habitantes que votaron por estas listas participativas.
Algunas listas optaron por recibir el apoyo de los partidos políticos con la condición de una total autonomía en la realización de su campaña y la redacción de sus programas con los habitantes; otras lo convirtieron en una línea roja. Algunos optaron por una alianza estratégica en el momento de la segunda vuelta, mientras que otros prefirieron no jugar el juego del partido, o incluso se retiraron para seguir existiendo fuera de la institución municipal como colectivos de ciudadanos o asambleas locales. Sin embargo, una ambición los une: construir fuerzas locales formadas por habitantes, con la voluntad de reinventar colectivamente la manera de gestionar sus comunas, de tomar decisiones, de distribuir el poder.
Otras grandes ciudades estuvieron incluso muy cerca de cambiar de lado político. Es el caso, por ejemplo, de Toulouse, donde el colectivo «Archipel citoyen» perdió sólo con un 48,4% detrás de la lista de LR tras una intensa campaña que movilizó la inteligencia colectiva y la participación de los habitantes de todos los barrios.
Una verdadera ola ciudadana, por lo tanto. Pero también una bofetada en la cara.
¿Cómo podemos hablar de victoria y democracia, frente a la ola de abstención? Aunque el alcalde sigue siendo el funcionario electo «favorito» de los franceses3Según una encuesta realizada por Odoxa para CGI, France Info, France Bleu y La Presse en région en 2019 la tasa de abstención nacional del 60% marca un triste récord, pero no puede percibirse en modo alguno como una falta de interés de los ciudadanos y ciudadanas por la vida pública local, ni puede explicarse únicamente por el contexto sanitario.
Nuestros representantes políticos deben afrontar los hechos: el pueblo rechaza el sistema democrático tal y como funciona hoy en día.
Los resultados de estas elecciones municipales son una llamada a nuestros representantes electos, a la sociedad civil y a los ciudadanos y ciudadanas a movilizarse en favor de la necesaria transformación democrática, ecológica y social de nuestras sociedades. Porque nuestra democracia representativa nunca ha estado tan sin aliento. Porque la crisis sanitaria ha revelado profundas desigualdades sociales y nos ha recordado las consecuencias ambientales de nuestros modos de vida.
Estos nuevos municipios marcarán la diferencia en los próximos años, porque están comprometidos con una dinámica democrática a largo plazo, que ya no se reduce a convocar a los habitantes una vez cada seis años, sino a hacerlos participar de manera sistemática en el gobierno de su municipio.
Ante la magnitud de este floreciente movimiento ciudadano y la pugna de quienes luchan por vivir mejor y de forma diferente, sólo tenemos una cosa que decirles: «¡Bravo, y ánimo!» Porque será necesario para estos y estas representantes electas que pronto asumirán sus funciones y descubrirán sus nuevas responsabilidades, como será necesario para todos los colectivos de ciudadanos y ciudadanas que seguirán movilizándose día tras día por su ciudad, su pueblo, su distrito, a veces sin el apoyo de su ayuntamiento.
Una lista participativa reúne a los habitantes de un pueblo o una ciudad que deciden poner la transformación democrática en el centro de su proceso municipal. Colocan la cooperación en el centro de su proyecto para alejarse del papel del alcalde y de los todopoderosos funcionarios electos. Definen una nueva forma de funcionamiento en el municipio que organiza la codecisión entre los residentes, los usuarios, los funcionarios municipales y los representantes electos. Las listas participativas consideran que la función principal del representante elegido es diseñar, dirigir y garantizar los procesos de democracia local. En cambio, los representantes elegidos piensan en su territorio y deciden por y en lugar de los habitantes y usuarios. Esta revolución democrática sólo tiene sentido si está al servicio de las orientaciones políticas. Las listas participativas llevan todos los proyectos para la transformación ecológica y social de su territorio.
Este comunicado de prensa fue escrito por Action Commune y traducido en castellano y en inglés por Commonspolis.
Descubra el mapa de las listas municipalistas y las herramientas de acompañamiento a las candidaturas ciudadanas en actioncommune.fr