Labs of care es una intuición, una idea que se ha convertido en un proyecto de experimentación dentro de varias organizaciones sociales y culturales. Habla sobre municipalismo, cultura democrática, nuevas formas de hacer las cosas juntos, sobre cuidarse a sí mismo, a los demás o a los más excluidos, y sobre cómo hacer sociedad poniendo en el centro las prácticas que hacen posible un vivir-juntos sostenible.
Averill Roy para CommonsPolis | Diciembre 2019
Labs of care es un proyecto que nace de experiencias compartidas dentro de los florecientes movimientos municipales en Europa y en todo el mundo ; y con ellos, la posibilidad de que los ciudadanos recuperen el poder contra una élite económica y política que ha estado organizando durante 40 años la confiscación de los derechos de los ciudadanos para una vida digna. Una vida digna para poder simplemente moverse, alimentarse, cuidarse, tener acceso a una vivienda y una educación de calidad, es decir, tener una existencia digna en la ciudad, ya que pertenece a quienes viven allí.
Labs of Care también es el resultado del hecho de que las recientes movilizaciones ciudadanas no se contentan con reclamar solo los derechos en deuda que el estado, los ayuntamientos, las instituciones del poder clásico no están cumpliendo. Estas movilizaciones ciudadanas van acompañadas de una nueva cultura democrática que refleja la diversidad de las culturas populares, como resultado de las conexiones sociales y articuladas en torno a los bienes culturales comunes.
Es una nueva cultura democrática que da como resultado nuevas formas de organización a contracorriente de un sistema que excluye y reproduce los patrones de dominación económica o patriarcal. Estas nuevas prácticas redoblan su creatividad para encontrar formas de involucrar verdaderamente a los más excluidos del poder de toma de decisiones y para darles el poder y la legitimidad para participar en las decisiones que los afectan. También para crear las condiciones de la emancipación individual y colectiva desarrollando un espíritu crítico y armándose para erradicar los dictados y postulados inscritos en nuestras mentes, que hacen que una parte de los ciudadanos adoptan los estilos de vida y las decisiones que van a en contra de sus intereses.
Como ya no se contentan con exigir sino poner en práctica y encarnar los cambios que anhelan, estos movimientos están cambiando el juego, comenzando por ellos mismos y desarrollando nuevas formas para hacer sociedad, para hacer juntos.
Una prioridad : cuidarse como colectivo, cuidar los procesos colectivos en sí y las relaciones de poder que los atraviesan
Labs of Care es el resultado de una intuición, llevada a cabo por un colectivo informal que reúne a un pequeño grupo de personas de organizaciones de varios países europeos que trabajan en temas de transiciones sociales, políticas y culturales hacia una mayor democracia y un mejor respeto a los derechos de las personas. Esta intuición, convertida en convicción, es que uno de los aspectos profundamente transformadores de estos movimientos radica en la dimensión central de los cuidados. Cuidados o «Care» en inglés, esta sencilla palabra refleja múltiples dimensiones. Cuestiona las relaciones de poder, pero también todas las tareas y trabajos reproductivos que no son valorados socialmente y relegados a poblaciones socialmente excluidas, como las mujeres e inmigrantes, entre otras. También habla de tener en cuenta y gestionar el bienestar individual y colectivo dentro de organizaciones que van desde situaciones de Burn-out generadas por el activismo que requiere mucho tiempo hasta la dimensión de transformación personal e individual que implica trabajo colectivo, condiciones de calidad relacional y el cuidado de las relaciones generadas dentro de los espacios colectivos de trabajo ciudadano o profesional. En fin, otra forma de ser uno mismo, con los demás y hacer juntos. Volver a poner los cuidados en el centro de nuestras prácticas significa dar cuerpo al cambio social que queremos. Pero, ¿de qué cultura(s) de los cuidados estamos hablando y, sobre todo, cómo fortalecerlas? La ambición de Labs of Care es empezar a proponer respuestas concretas apoyando y documentando las prácticas desarrolladas dentro de las organizaciones sociales en Europa.
Tres días para compartir miradas cruzadas de las experiencias de los cuidados en Europa
Reunidos durante tres días en Castielfabib, un pequeño pueblo del norte de la Comunidad de València, quince personas compartieron sus experiencias colectivas y su visión de la importancia de la dimensión de los cuidados en sus organizaciones. Este grupo está formado por personas que han participado o que todavía están involucradas en plataformas municipales: la Lista Ciudadana Archipel Citoyen de Toulouse en Francia; Barcelona en Comú, Valencia en Comú y Madrid129 para España, así como Ne davimo Beograd (No dejemos Belgrado hundirse) de Serbia. También hay personas de espacios colectivos que mezclan la creación artística o cultural y vida colectiva: el Performing Arts Institute (InSzPer) en Varsovia, el centro de arte de la cultura urbana BIOS en Atenas y el centro de la vida comunitaria y acción social Pembroke House en Londres. Como promotores del evento, los equipos de CommonsPolis, Zemos98, Krytyka Polityczna, Shelagh Wright y Peter Jenkinson (agentes de cambio cultural, Reino Unido) contribuyeron ala reflexión con sus aportes y experiencias colectivas.
El objetivo de le reunión era ofrecer un espacio para intercambiar miradas e establecer los primeros pasos de esta nueva cultura de cuidados para luego identificar cómo traducirla en prácticas concretas. Fue también una oportunidad para que los participantes tomasen el tiempo necesario de dar el paso atrás para revisar sus experiencias, apreciando tanto los momentos de presencia como de ausencia de los cuidados.
En el estado español, dentro del movimiento municipalista, el concepto de cuidados está fuertemente presente como una demanda de cambio social, poniendo al centro de la sociedad todas las actividades que sirven para cuidar a las personas, desde el trabajo doméstico realizado esencialmente por mujeres a todas las tareas reproductivas que sostienen la vida en general. La feminización de la política implica abordar los desafíos del patriarcado e ir más allá de la liberación de las voces de las mujeres para volver a imaginar escenarios sociales y formas de organizarse colectivamente hacia una mayor equidad y participación. Sin embargo, la experiencia de esta renovación democrática ha dado paso a la observación de una brecha frecuente entre discursos y prácticas. El contexto actual del municipalismo en el estado español consta de 4 años de práctica intensa en el poder local que se saldó con la la pérdida de los ayuntamientos en las últimas elecciones municipales de mayo de 2019. Actualmente, estos movimientos están viviendo un periodo de reconstrucción, tratando dedicar el tiempo suficiente para levantarse de los reveses, tomar distancia de la experiencia del poder político y así poder generar nuevas prácticas en nuevos espacios de confluencia entre partidos y movimientos sociales erigidos sobre principios de cooperación, respeto y equidad de la palabra. Intentando dejar atrás prácticas pasadas, que a menudo, desembocaron en divisiones y conflictos interpersonales – y que no dejaron indemnes a quienes ahí participaron.
Ne Davimo Beograd, que se presentó en las elecciones municipales el año pasado sin acceder al poder a pesar del apoyo popular y las amplias movilizaciones durante las manifestaciones, está a día de hoy movilizando su energía en torno a una campaña para boicotear las elecciones parlamentarias en Serbia. Para el movimiento municipalista serbio, se compartió la constatación del agotamiento personal que requiere la acción colectiva ciudadana en un contexto precario con pocos medios financieros para financiar el trabajo remunerado y la falta de tiempo dedicado para definir una distribución de tareas más colectivamente sostenible. También se comparte la observación de brechas entre el discurso para la defensa de los derechos de las mujeres y las prácticas internas del movimiento.
En medio de la campaña para las elecciones municipales en abril de 2020 en Francia, dentro del Archipel Citoyen, estas experiencias hacen eco de las tendencias que existen dentro del movimiento entre los partidarios de dedicar el tiempo necesario para evitar casos de agotamiento dentro del movimiento, para darse suficiente tiempo y apoyo a los nuevos candidatos en la lista que a menudo tienen poca o ninguna experiencia en política o en el apoyo a las personas más vulnerables del movimiento; y la necesidad de priorizar la energía colectiva para la campaña.
Avanzar con nuestras vulnerabilidades para comprender cuándo y por qué se nos escapan los cuidados
Si los contextos son diferentes, las experiencias muestran rasgos comunes. Impulsadas por la urgencia de los resultados a alcanzar, de la energía diaria por desplegar para tomar decisiones y actuar en un tiempo limitado, las organizaciones a menudo se ven obligadas a avanzar en detrimento de los equilibrios de las energías y las relaciones de fuerzas dentro de un colectivo. Durante estos tres días de intercambio, surgió una necesidad significativa entre los participantes: la de tomarse el tiempo y la distancia necesaria para aprovechar esos momentos en los que se les escaparon los cuidados.
A veces es a nivel personal donde los límites son difíciles de establecer con los del colectivo : simplemente para atreverse a decir no, expresar que algo implica demasiado trabajo, o pensar en organizarse de manera diferente porque demasiada responsabilidad recae en una sola persona y que no se ha planeado nada para reequilibrar la carga de trabajo. En resumen, tomar conciencia de que cuidarse a sí mismo es uno de los primeros pasos para cuidar a los demás.
A veces, la urgencia de los resultados y/o de las decisiones a tomar tiene prioridad sobre el tiempo del dialogo y del intercambio necesario, obstaculizando los procesos de madurez del colectivo y la necesidad de progresar sin necesariamente tener éxito en algún lugar.
También son situaciones tan simples como tareas domésticas o logísticas en los espacios colectivos que con mayor frecuencia recaen en las mujeres y nunca son un tema de discusión dentro de nuestras organizaciones. A menudo se olvida que las «tareas invisibles» reflejan las relaciones de fuerzas y que al no tomarlas en cuenta, uno perpetúa los mecanismos de exclusión y dominación. También se debe a que los espacios de participación ciudadana acogen a personas con una diversidad de perfiles y trayectorias militantes. En estos espacios, la diferenciación entre ciudadano como persona y representante de una organización, sesga las relaciones de igual a igual, generando un clima de prejuicios, de lucha de poder entre organizaciones, en desmedro de una cultura de diálogo, escucha mutua y cooperación entre individuos.
Por múltiples y complejas que sean las situaciones, las respuestas que se compartieron son tan variadas y precisas según el contexto al que están vinculadas. Algunas están relacionadas con la gestión de la dinámica de grupo y los métodos de resolución de conflictos, otras se relacionan con la toma de decisiones, la organización y los métodos de distribución de tareas, o imaginan otras formas de gobernanza organizacional. Son en definitivo un reflejo de preguntas prácticas guiadas por la voluntad de conseguir una mayor sostenibilidad de las organizaciones a partir de los cuidados que le damos a las personas y al proyecto : ¿Cómo acoger con cuidados a los recién llegados a un proyecto y dedicarles el tiempo necesario para que puedan sentirse legítimos de participar y apoyar los avances del proceso? ¿Cómo actuar dentro de la organización para derribar la dominación patriarcal? ¿Cómo hacer coincidir la necesidad de reglas y de organización sin sofocar la creatividad y la dimensión orgánica e informal que da vida a cualquier organización? En un contexto donde los límites entre la vida profesional y personal (la vida familiar y de la casa) se vuelven cada vez más leves: ¿cómo podemos asegurar que los espacios colectivos refuercen y no debiliten la vida familiar y personal ?
Las preguntas son numerosas y las respuestas nunca son únicas y universales, nunca se erigen como modelos: son herramientas, métodos para reinventar, adaptar y evolucionar de acuerdo con las necesidades del colectivo. Nunca son las herramientas las que tienen prioridad, sino cómo su uso afecta a los individuos, cómo estos deciden evolucionar con ellos y cómo el colectivo se los apropia como objeto de su propia transformación. Avanzar con preguntas sin respuesta, con nuestra vulnerabilidad, darse el derecho a equivocarse, dar pequeños pasos y experimentar con humildad, eso también es Labs of Care.
Laboratories of Care est un proyecto impulsado par CommonsPolis, Zemos98, Krytyka Polityczna, Shelagh Wright & Peter Jenkinson (Cultural Change Agents, Reino Unido). El proyecto esta financiado por FundAction (iniciativas de cambio sistémico) et por la beca “Democracy needs imagination” de la Fundación europea por la Cultura.